Durante la Estación de Penitencia, los hermanos cofrades, vestidos de penitentes, portan distintos objetos, los cuales tienen una representación simbólica.

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En primer lugar si sitúa la Cruz de Guía. Esta cruz sirve como guía del paso del Cristo de la Expiración durante la procesión. Posteriormente, los distintos hermanos se colocan en los extremos de la calle, portando velas, representación de su fe en Jesucristo. Entre estos, están situados los hermanos más pequeños, con las siete palabras que Cristo dijo antes de morir en la Cruz, el estandarte de la cofradía y el incienso, medio de ascensión de nuestras plegarias al Cielo.

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Durante la procesión, el Hermano Mayor, que lleva la vara, se encarga de dirigir la procesión y controlar que todo siga su correcto funcionamiento.